Estudios prospectivos
recientes han proporcionado muchos datos acerca de la incidencia de la
incontinencia urinaria (IU) y su evolución natural. Se calcula que la IU, o
aparición de pérdidas de orina al menos una vez en los últimos 12 meses, afecta
al 5-69% de las mujeres y al 1-39% de los varones, es decir, en general la IU
es el doble de frecuente en las mujeres que en los varones.
La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de
orina objetivamente demostrable que produce un problema social y de higiene en
la persona que la padece.
La IU impacta de forma
adversa en la calidad de vida del afectado afectando a las dimensiones física,
funcional y psicosocial aumentando el riesgo de institucionalización en las
personas mayores.
Debido a que la incontinencia es un síntoma y no una enfermedad el método de tratamiento depende del diagnóstico. Algunas veces, cambios
simples en la dieta, ingesta de líquidos o medicamentos pueden curar la
incontinencia, pero otras veces son necesarios otro tipo de tratamientos como:
-Micción y evacuación programadas
-Reentrenamiento de la vejiga
-Rehabilitación de los músculos pélvicos
-Medicamentos
-Cirugía
En 2010 se publicó
un artículo en Madrid que hablaba sobre los beneficios de un programa de
rehabilitación en la incontinencia urinaria en el cáncer de próstata.
El
programa se basaba en la realización de ejercicios musculares del suelo pélvico
incorporando el trabajo muscular de fuerza contrarresistencia.
La rehabilitación
del suelo pélvico junto con la terapia conductual son el tratamiento
conservador de elección para la incontinencia, ademas de ser un método económico,
natural y prácticamente sin efectos adversos.
Como resultado ante
este estudio, obtuvieron que el programa progresivo de rehabilitación de la IU
basado en los ejercicios musculares de suelo pélvico mejora significativamente
la calidad de vida del enfermo siendo ésta mediada por la mejora del síntoma de
IU.
La incontinencia
urinaria es un problema físico para el paciente pero también es un problema
social. El anciano que tiene incontinencia urinaria y necesita uso de un
dispositivo absorbente para esos escapes, va a tener cierto miedo a
relacionarse con sus amistades de toda la vida por el hecho de llevar esa protección.
Este problema podrá derivar en un aislamiento social con posibles síntomas de
depresión y ansiedad.
Según el estudio,
se obtuvieron buenos resultados con respecto a la ejercitación del suelo pélvico
por lo que hago una pequeña explicación y valoración personal.
Creo que existe cierta
relación entre los escapes de orina y la debilidad de la musculatura perineal
por lo que es coherente que una ejercitación de dicha musculatura reduzca
los síntomas. He obtenido información de que existen unidades de rehabilitación
del suelo pélvico pero sin embargo, éstas no están integradas en el propio
servicio de urología; creo que debería producirse un cambio con respecto a esto ya que como en muchos
estudios se dice, las medidas de cuidados, y por lo tanto el tratamiento de los
pacientes, siempre debe ser individualizado y tener un profesional
especializado en este área en las consultas de urología sería de gran ayuda
para aquellos pacientes que se encuentran en esta situación de incontinencia
urinaria.
Bibliografía:
- Serdà B.C., Vesa J., del Valle A. y Monreal P. La incontinencia urinaria en el cáncer de próstata: diseño de un programa de rehabilitación. Actas Urol Esp v.34 n.6 Madrid jun. 2010. Revisado de: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0210-48062010000600006&script=sci_arttext
Páginas de internet:
- http://www.gericareonline.net/tools/spn/urinary/attachments/UI_07_treat_sp.pdf
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